«El masón que creó el arte católico profundo». Así titula el Catholic Herald su recorrido por la obra icónica de buestro Querido Hermano Alphonse Mucha (1860-1939), uno de los padres del Art Nouveau cuyo estilo todavía se imita hoy en día. Cuando era niño, como miembro del coro de San Pedro de Brno, «el ambiente místico de la iglesia, con su arquitectura barroca abovedada, luces de colores, incienso y sencillez, dejó una profunda impresión en el joven». El artista checo se mudó a París en 1887, «crisol de ideas innovadoras sobre el arte, la espiritualidad y el destino de la humanidad».
Profundamente influenciado por el movimiento simbolista, «que proclamaba que el arte debería ser atmosférico en lugar de realista», Mucha se inició en 1891 en los misterios de la Masonería, depósito de «símbolos y rituales arcaicos». Según explica el Catholic Herald, «a partir de estas fuentes dispares, Mucha creó una espiritualidad única, injertando creencias idiosincráticas en su origen católico». La expresión más profunda de la espiritualidad de Mucha fue Le Pater (1899). «Muchos de los símbolos ornamentados de esta obra se derivan de la Masonería y del propio compendio de motivos de Mucha a base de hojas y flores. Los elementos pictóricos comprende siete representaciones sombrías de la lucha de la humanidad hacia las fuerzas divinas e invisibles tras la existencia humana». Consagrado como uno de los grandes pintores Checos, nuestro Querido Hermano murió en 1939 poco después de ser interrogado por la Gestapo tras la toma de Praga.