Que se hable de la Masonería en las Cortes Españolas nunca es una buena noticia. Ha ocurrido en diversos momentos de los siglos XIX, XX y, ahora, XXI. Quiere decir que alguien ataca o alguien se ve obligado a defender a una escuela de moral y de virtud que, por encima de cualquier pensamiento único, entiende que el ser humano es diverso y anhela la fraternidad de lo distinto, sin importar la raza, la nación, la clase social, el credo religioso o las ideas políticas. Y, sin embargo, la Masonería ha vuelto al Diario de Sesiones. Y lo ha hecho para ser defendida por tres de los grandes partidos nacionales durante el reciente debate de la moción de censura.

La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, consideró «tóxico» tener que escuchar en el Congreso de los Diputados «discursos absolutamente trasnochados» de «conspiraciones masónicas». El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, argumentó que la defensa «de la reconciliación y la concordia» en «el aquí y el ahora» no puede pasar por un discurso «contra conspiraciones judeomasónicas ni con el cantoral castrense». Por último, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, habló de la protección que merecen frente al odio los miembros de la Masonería, similar a otros colectivos como las feministas, los ecologistas, los homosexuales o los inmigrantes.
Los tres diputados que mencionaron a nuestra institución se dirigían al partido que había presentado la moción de censura que, sin embargo, no nos había nombrado de forma explícita en todo el debate. En el marco de la política española, acusarte de perseguir a la Masonería y los valores democráticos que representamos es vincularte directamente con el Franquismo, que nos consideraba responsables de todos los males de España. Solo a Vox le corresponde aclarar qué opinión tiene formada sobre nuestra institución. Ya eludió hacerlo en septiembre de 2019 tras la polémica abierta por su concejal en Sevilla sobre la figura de nuestro Querido Hermano Blas Infante. Meses más tarde, fue el único partido que votó en contra de la condena del Ayuntamiento de Madrid ante el ataque contra la Gran Logia de España. Sin embargo, Vox apoya abiertamente la labor de masones como el presidente encargado de Venezuela. ¿Quiere decir que comprenden que nuestro Querido Hermano Juan Guaidó simplemente sigue los dictados de su conciencia, como cualquier otro masón? Solo Vox puede aclararlo.